Shaman publica su primer disco, Analog Waste

Tras los adelantos “Egyptian Cat” y “Space Invaders”, la banda murciana, reciente ganadora del CreaMurcia 2023, lanza su primer larga duración, con el que dan un paso adelante hacia su consolidación como una de las propuestas más interesantes del panorama alternativo nacional.

Hablar de Analog Waste como un disco conceptual o temático sería excesivo. Pero sí es cierto que Shaman Shaman maneja un discurso que se mueve en coordenadas muy precisas, en las que priman la denuncia social y el grito insubordinado. A base de riffs potentísimos, fraseos afilados y baterías contundentes, Shaman Shaman relata, desde una perspectiva muy personal, un mundo dominado por la ubicuidad tecnológica, la adicción a las pantallas y el adoctrinamiento amable de las grandes corporaciones.

Hay ciertos tintes distópicos, y en su imaginario también hay espacio para la sátira, la ironía y el humor. En un panorama devastado por la erosión humana, el invasor extraterrestre se convierte en aliado cuando de destruir el mundo se trata (“Space Invaders”). En tales circunstancias, la huida a otras dimensiones (“Tetouan”) parece la única salida posible. La invasión tecnológica complica la distinción entre realidad y ficción, entre la voluntad propia o ajena (“In My Head”) o entre quién es patrón y quién esclavo (“Game Over”). 

El espectro musical de Analog Waste es bastante amplio. En tan solo ocho canciones, Shaman Shaman apela y domina estilos dispares como el pop-rock noventero (“In My Head”), el stoner (“Cyborg”), el punk clásico (“Tetouan”), el grunge (“Horror Vacui”) o la psicodelia (“Egyptian Cat” o “Postapocalyptic”) que tanto cultivaron en sus anteriores entregas. Esta amalgama de estilos no hace que su propuesta se disuelva. Al contrario, otorga dinamismo a unas composiciones que son, ante todo, pura rabia, contundencia e insumisión. Para los neófitos, su propuesta se ubica en algún lugar intermedio entre los Sonic Youth más directos, los King Gizzard & The Lizard Wizard más punks o los White Stripes más salvajes. Todo ello contribuye a la consolidación de una personalidad propia, ajena a modas o tendencias. Y esto, aunque es lo mínimo exigible (aunque quizás por eso mismo), es también lo más escaso.

El disco ha sido grabado en Arde El Arte bajo la supervisión de Raúl de Lara, que se ha encargado tanto de labores de producción como de grabación y mezcla. El máster corre a cargo de Antonio Navarro de Eriatarka. La portada, asimismo, es de Javi Codina. Publica Grabaciones Vistabella. La banda estará presentando el disco el día del lanzamiento, 3 de noviembre, en la sala La Yesería de Murcia.